Una indignada 'se cuela' en el Congreso para entregar las propuestas del 15-M



Llamazares recibe a cinco miembros del 15-M y se compromete a leer sus demandas en el pleno.
- Cargas policiales cuando la policía intenta desalojar a los indignados del paseo del Prado.
- No hay heridos ni detenidos

INÉS SANTAEULALIA
- Madrid

Agentes de la Policía Nacional han intentado desalojar a primera hora de la mañana a los indignados que desde el pasado fin de semana habían acampado en el paseo del Prado de Madrid. Aunque en principio la operación, que ha comenzado a las siete y media de la mañana, se ha desarrollado sin incidentes, luego ha degenerado en cargas policiales. No hay heridos ni detenidos. Los miembros del Movimiento 15-M no se han marchado del lugar, sino que se han concentrado en dos grupos de unas 170 personas en los alrededores del Congreso de los Diputados y en el Prado. Los indignados tenían previsto entregar hoy a los diputados un documento en el que recogen los problemas detectados Galicia, Murcia, País Vasco, Cataluña, Andalucía, Extremadura y Valencia durante la marcha popular de más de un mes que culminó el pasado sábado en la capital. Y lo han hecho y no por la fuerza, sino valiéndose de su truco.

Tres de ellos, dos chicas y un chico, se han vestido de manera elegante, con camisas en lugar del atuendo que supuestamente los caracteriza, y han logrado sortear el cordón policial que impide el acceso al edificio. Los jóvenes han dicho a los agentes que iban al hotel Palace, situado frente al Parlamento. Una de las jóvenes, Borena, ha entrado en el edificio y ha entregado la carta en el registro del Congreso, donde se la han sellado. Borena, de 35 años y que llegó el viernes andando desde Barcelona, ha explicado que los bedeles y agentes que vigilan el edificio la han tratado "muy bien, con mucho respeto" e incluso la han acompañado hasta el registro. "Lo que queríamos era hacer llegar la voz de los pueblos, este trabajo está hecho, nos vamos a casa", ha sentenciado Borena. Cuando los camuflados han vuelto de su misión en el Congreso, el corralito de indignados de la plaza de las Cortes ha estallado en alegría y abrazos. Eran 70 personas con tres tiendas, confinados por la policía en una especie de corral formado con vallas metálicas tras el intento de desalojo.

Cinco indignados, recibidos por IU

Marta Junco, de 23 años y otra de las indignadas que ha llegado desde Barcelona, ha explicado que su "intención" no era "impedir la entrada de los diputados al Congreso", como sucedió en el Parlamento catalán, sino hacerles llegar sus "peticiones". Sobre las once de la mañana, estos indignados se ha puesto a barrer y a recoger el lugar porque, una vez cumplido su objetivo, han levantado por el propio pie el campamento. En 20 minutos, ya no estaban las tiendas de campaña. El documento reivindicativo, además de entregado y sellado, va a tener más recorrido. A mediodía, IU se ha puesto en contacto con el grupo de indignados y les ha invitado a entrar en el edificio de los grupos, que se encuentra enfrente del Congreso. Su portavoz en el Congreso, Gaspar Llamazares, se ha comprometido a leer el texto en el pleno. Cinco de ellos, incluida Borena, han entrado a las doce y media en el edificio y han entregado el documento. "No nos representan [en referencia a IU, que dice compartir gran parte de sus postulados] pero son un instrumento para que se escuche la voz del pueblo", comenta un portavoz del grupo, que ha decidido en acceder a la oferta de Llamazares.

Mientras tanto, el otro grupo de indignados, de unas 100 personas, lo pasaba bastante peor en el paseo del Pardo, donde hace a las diez y media de la mañana han cortado tres de los cuatro carriles de la circulación con una sentada. La policía, que ha desplazado numerosos furgones antidisturbios a la zona, ha intervenido sacándolos a la fuerza para reestablecer el tráfico y los ha metido en el paseo central. Se ha producido al menos una carga policial y escenas de violencia. Sin embargo, la Jefatura Superior de Policía asegura a media mañana, igual que ya ha hecho a primera hora, que la operación se ha desarrollado "sin incidentes" y que "no se han producido cargas". No hay heridos entre los agentes ni detenidos, ha informado a este diario una portavoz policial. Por su parte, una portavoz del Samur ha explicado que el retén preventivo del servicio de emergencias movilizado en la zona no ha tenido que actuar. De momento, no se han levantado las tiendas de la zona de El Prado, que seguían en su sitio a las doce de la mañana, según ha podido comprobar este diario. Hasta el lugar también se ha desplazado los dispositivos de limpieza del Ayuntamiento de Madrid para limpiar la zona de la acampada, en la mediana, entre setos y zonas de recreo para niños.

Ya lo advertía la comisión de legal

Los que estaban acampados, unas 50 personas, plantaron sus tiendas y puestos el viernes en las inmediaciones del Congreso, concretamente entre la plaza de Cánovas del Castillo (más conocida como Neptuno), la Carrera de San Jerónimo y el paseo del Prado, emulando a los que en su día fueron la base del campamento de Sol. El desalojo se produce después de que ayer por la tarde estos mismos acampados cortaran también el tráfico en este punto. Estos miembros del 15-M provienen de las marchas de distintos puntos de España que confluyeron el sábado en la capital para celebrar una asamblea general del movimiento, una marcha el domingo, que reunió a más de 37.00 personas y una especie de congreso el lunes en el Retiro. Ayer martes, despidieron a unos 50 indignados que emprendieron la ruta a pie de Sol a Bruselas

Una vez acabado el grueso de las actividades el domingo, la comisión de legal recomendó levantar la acampada del paseo del Prado. "Legal no garantiza la seguridad en el Prado mas allá de mañana [por el lunes] por la mañana", aseguraban fuentes del movimiento 15-M en Madrid. Fuentes del grupo legal advertía de que la connivencia policial no iba a durar eternamente y alertaban del peligro de provocar una reacción violenta por parte de las autoridades. Estos días, algunos de los acampados en esa zona se lavaban desnudos en una de las fuentes que se encuentran en ese tramo del paseo del Prado y el olor a orín era ostensible. Además, sonaba durante gran parte del día percusión en un ambiente de festiva indignación.

Para quien quisiera prolongar su estancia en la capital ofrecían dos opciones: adherirse a la acampada itinerante que recorre los pueblos y barrios de la Comunidad y que ya ha pasado por los municipios de Rivas y Parla, o alojarse en alguno de los edificios okupados que hay en la capital. Se trata de la segunda vez desde el nacimiento de este fenómeno de protesta el 15 de mayo que se desaloja un campamento en la capital, la primera en Sol durante el segundo día de la acampada.

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Documento entregado en el Congreso de los Diputados

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